sábado, 24 de julio de 2010

Tanto va el cántaro al albo



Y bueno, pasó lo que tenía que pasar. Aunque reconozco que tuve la duda. En algún momento dudé si iría a optar por el "servicio público" o por su negocio/pasión (que no por ser un negocio necesariamente tiene que dejar de ser una pasión, o por otra parte no se puede negar que para muchos los negocios son la verdadera pasión, the real thing) en fin Ruiz-Tagle anunció que renunciaría a su posición mayoritaria como presidente de Blanco y Negro SA. Es el epílogo de una acción anunciada, el fin de un tortuoso camino ambivalente como encargado mayor del deporte chileno y además accionista principal del principal equipo de fútbol profesional del país (casi me equivoco y escribo Club de fútbol profesional del país).

Así la nomás es la cosa, su pelea con Harold, un choque de egos y de billetes, su estilo diferente (muy de SA, muy poco de fútbol) al medio, su modelo más enfocado al resultado operacional antes que al resultado deportivo, todo eso llega a su fin. Y el punto de interés aquí es el siguiente: El seductor poder del servicio público es absoluto. Nada que hacerle, el verdadero poder, aún en un país privatizado como Chile, solamente se encuentra en el sector público. Vaya a saber uno por qué!!! Yo soy muy bienpensante como para imaginarme algo claro al respecto, vaya ud. señor lector a sacar sus propias conclusiones.

viernes, 16 de julio de 2010

Informe especial sobre Harold



Harold, un personaje contradictorio por esencia.


Miniesbozo biográfico.


Harold comenzó en "esto del fútbol" (como odio ese lugar común), por allá por los grises 80, grises por decir lo menos en este país. Bajó de Antofagasta a Stgo, era periodista, tenía un buen nombre y no sabemos si algún buen pituto.

El bueno de Mayne-Nicholls entró a La Nación, siendo lo que es y, más aún, siendo lo que era La Nación en aquel tiempo (nada más ni nada menos que el órgano oficial de difusión de la dictadura militar, una especie de Pravda pinochetista). En dicho tabloide se desempeñó escribiendo sobre fútbol chileno. Escribió mucho por entonces, se puede decir que ejerció la labor de periodista deportivo en plenitud y que conoció las grandezas y, sobre todo, las miserias del oficio.

¿Las contradicciones donde están? Se pregunta el aguzado lector. Pues justamente vienen ahora, a no desesperar: Tras llegar los veloces 90 lo vemos ingresar a la FIFA donde el intrépido Harold (una vez finalizada la dictadura, o sea una vez que La Nación cambió hasta al portero) llegó de carambola a ser un funcionario destacado y desde allí (ya en la década que acaba de concluir) a presidir el fútbol chileno. Hasta ahi todo normal, lo interesante comienza aquí: Una vez en el poder se reunió con Ruiz Tagle y ante una insinuación del capo colocolino sobre sus preferencias políticas Harold hizo oídos sordos y se desentendió algo ofuscado. Quizás su años bajo el manto todopoderoso de la FIFA (que es mas o menos la versión laica del Vaticano) le habían enseñado que no hay nada más fácil que negar un pasado y que no hay nada menos elegante que mezclarse con los caudillos locales de algún color.

Posteriormente empoderado y confiado Harold vio crecer las loas hacia su gestión y, como es normal, el inevitable acicate al ego que aquello conlleva. Su nuevo rol lo llevó a enfrentarse repetidamente al cacique del cacique. El hombre definifivamente explotó cuando el pequeño millonario fue considerado el encargado del deporte nacional, allí Harold mezclando sus problemas personales con Ruiz-T en una histérica misiva cuestiona no solo a Ruiz Tagle si no que además al propio presidente Piñera.

contradicción 1: El hombrón le debe su carrera deportiva a la dictadura y sin embargo sus mejores relaciones como presidente del fútbol se dieron con Bachelet.

contradicción 2: Harold y su seguro de vida (Bielsa) han dicho en más de una ocasión no tener fines ni medios ni preferencias ni motivos ni preferencias ni colores políticos, pero ambos han acometido de distintas maneras en contra del actual presidente.


Contradicción 3: El último espectáculo de Mayne ha sido atacar a la prensa en general, algo que me recuerda trístemente al peor Nelson Acosta previo a la peor campaña de la selección en su historia, olvidando que el fue uno más de tantos, ni uno muy destacado siquiera, reporteros y periodistas deportivos que ciertamente han sufrido más de algún desprecio o mirada en menos del futbolista de moda. Si existe desprecio por la profesión lo que menos uno puede esperar es que venga de parte de alguien que estudió y ejerció exactamente la misma profesión, exactamente en la misma área de trabajo.

lunes, 12 de julio de 2010

Su Majestad el Fútbol




Iniesta demostrando que es uno de los grandes underdogs del fútbol mundial. Jugador decisivo en al menos 3 partidos.

El pulpo Paul el nuevo ídolo de los españoles

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