De qué hablamos cuando hablamos de fútbol

Me han llegado algunos comentarios de amigos, gente que lee este blog, en los cuales me han hecho saber que estaba demasiado cargado a los temas dirigenciales (que siempre son una delicia periodísiticamente hablando). Y tienen razón. Entonces fue cuando me pregunté ¿De qué es lo que realmente hablamos cuando hablamos de fútbol? En general con los amigos, en la charla cotidiana se habla de fútbol propiamente tal, pero es cierto que en los medios muy poco de eso hay. Bonvallet puede ser un bravucón, idiota o lo que se quiera, pero el bomba sabe de fútbol y lo que es menos común todavía...habla de fútbol.

Los medios de comunicación poco a poco se han ido metiendo más y más en temas dirigenciales (que más de alguna vez pueden tener incluso cierta relevancia política), en temas económicos (que no se diferencian tanto de los artículos de economía y negocios, sin ir más lejos la entrevista que cité de Bloise venía en la sección-cuerpo de negocios de la tercera) y en temas faranduleros (que tampoco varían en demasía de las  notas de sqp), pero cada vez menos  (si es que alguna vez fue) se habla de lo que pasa en la cancha. Las antiguas crónicas de los partidos en los diarios ochenteros eran bastante amplias, incluso en partidos provinciales de poca monta  (u/o trascendencia), en los 90 todavía se solía plantear una serie de debates sobre los esquemas de juego (entre los cuales se buscaba desesperadamente aclarar términos sobre qué era moderno y qué no). Yo no sé si fue el nefasto paso de Mauricio Israel por las noticias (con su auge y caida) o el signo de los tiempos, pero los lios dirigenciales y la anécdota bobalicona fueron acaparando la mayoría del tiempo de los segmentos deportivos en cualquier formato, casi una thesunización (por the sun claro) de la prensa deportiva. Y lo peor de todo, es que sigue siendo clara la desventaja del medio futbolístico nacional (inclúyolos a todos) respecto por ejemplo del medio argentino (donde se sigue hablando más de fútbol que aquí, con varios periodistas que siguen sabiendo más que casi todos los de aquí, y con una masa crítica de buenos entrenadores que es mucho más grande de la ya importante distancia en jugadores talentosos que nos separa con los trasandinos). My 2 cents.